A debate con la cadena perpetua.

Asistimos el pasado sábado a otro debate de La Noria, en Telecinco. Otro debate distinto a lo que nos tienen acostumbrados, a la par que interesante, porque se iba a tratar el tema de la cadena perpetua, el cumplimiento integro y endurecimiento de penas y en qué casos pudiera ser posible o no. Al frente de todo ello, como invitado de excepción, Juan José Cortes, padre de Mari Luz. Y a ambos lados, ordenados al más puro estilo bandos ideológicos, los colaboradores de turno.

Pronto empezó la discusión entre partidarios y detractores, pero esta vez ocurrió otra cosa, distinta, que Enric Sopena y María Antonia Iglesias, sobre todo esta última, se quedaron solos.
Solos por muchos factores; solos porque la sociedad, la mayoría de la sociedad española, quiere endurecer las penas, quiere cadena perpetua para pederastas, violadores y asesinos y quiere mano dura para que los actos no queden prácticamente impunes como ahora ocurre cuando se les rebaja la pena (por fianzas, por trabajos de comunidad, buen comportamiento, etc); solos porque Juan José habló muy bien, sin tapujos, sin ningún color político, habló a las claras y expresó lo que, de verdad, sentía. Luchando porque le duele el asesinato de su hija, y aunque lo suyo desafortunadamente ya no tiene remedio, no quiere ver a más padres pasando por lo mismo.

Pues nada, estos señores citados arriba –incido en Mª Antonia, Enric fue listo y se contuvo algo mas viendo la que podía venir- seguían sin entrar ni comprender, se iban por los cerros de los “demócratas” y criticaba a los “padres coraje” mientras intentaba cargar el muerto de avivar y aprovecharse de la situación al partido de la oposición, el caso es no dar el brazo a torcer a la par que no dar su mala impresion, todo ello impregnado de un odio ideológico y un amor profeso a una izquierda rancia, por sistema; encima los aplausos de la gente a Juan José y los mas que oíbles y significantes abucheos a sus intervenciones –las de Mª Antonia- los confundían.
Minó más aun su moral la llamada de teléfono de la madre de Sandra Palo, la otra chica asesinada, que incidió en todo cuanto comentamos y arremetió de nuevo, muy cabalmente, contra la señora que se convirtió en protagonista del debate.
Pero, ahí acabo todo. Es lo que pasa cuando algún tema de especial importancia, en un programa de televisión, va por unos derroteros positivos. ( Jordi, corta ya esto, por Dios, me imagino el dialogo con el regidor o el productor del programa, en publicidad…)

Esa fue la pena. Fue intenso pero corto. Aunque con mucho sabor, con un sabor dulce de que, como viene pasando este último lustro, la sociedad quiere y clama por un cambio, pero el gobierno hace oídos sordos.

Desde La Falange de Murcia, vayan nuestras felicitaciones, por su valor, su labor y concienciación que por toda España Juan José preconiza, porque nosotros también estamos en esa lucha y abogamos por la cadena perpetua para estos tipos de personas y por un cumplimiento integro de penas.

Mientras tanto, con esta justicia, alterada a injusticia, seguiremos viendo episodios surrealistas de terroristas reincidentes paseando tranquilamente por el parque sin haber cumplido ni la mitad de lo estipulado entre tantos ejemplos.

Dadle la vuelta al mapa. Eso es lo que se aprecia en nuestro país, el mundo al revés, donde el malo, de una forma u otra, es espiado de sus faltas y si me apuras, hasta premiado.