Sin embargo, no se trataba de ninguna conferencia que tuviese nada que ver con la libertad de expresión. Uno de los "conferenciantes" era Ramón Vera, alias Cassandra, que pretendía exponer lo descarnado de su situación al haber sido condenado a un año de cárcel (no irá a prision por tanto) por humillar a las victimas del terrorismo, tras haber rebajado el fiscal la petición de pena a un tercio de la inicial no se sabe bien por qué.
En España es delito el enaltecimiento del terrorismo y la humillación a las victimas de actos terroristas, así que de lo único que puede quejarse es de haber cometido un delito y haber sido pillado.
Sin embargo 14 españoles han sido condenados nada menos que 4 años de prision por el terrible delito de gritar que "Cataluña es España", y que "catalanidad es hispanidad" en la librería Blanquerna. El Tribunal Supremo español ha considerado que decir semejantes frases, aunque sean una verdad jurídica indudable, constituyen odio ideológico, y por tanto se han multiplicado por 6 las penas iniciales de 8 meses, de por sí muy injustas, impuestas por la Audiencia de Madrid.
Siendo esta la situación, los falangistas allí congregados llenos de indignacion, abandonaron el acto, no sin antes recordar a los convocantes lo que es y lo que no es represión de la libertad de expresión.
Por otro lado Falange denuncia que la Universidad de Murcia ceda a personas condenadas por humillar a las victimas del terrorismo una tribuna desde la que justificar su delito. El escaso interés del acto se demuestra en que tan solo eran 16 los asistentes a parte del grupo de falangistas.
Murcia, a 28 de abril
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