martes, 4 de abril de 2017
La dimisión de Pedro Antonio Sánchez es una constatación de la corrupción general e intrínseca al sistema.
Tras agotar todos los plazos aferrándose al cargo, Pedro Antonio Sánchez a decidido dimitir al hacerse pública su más que probable imputación en el caso de una de las varias tramas corruptas que se han montado en el Partido Popular, el caso Púnica.
Esta nueva imputación se suma a las cuatro por delitos graves del caso Auditorio, y que habían hecho tambalearse la estabilidad institucional de la región.
Pedro Antonio Sánchez ha dedicado su vida casi exclusivamente a la política, ocupando diferentes cargos en su partido y en los despachos de la administración. En un sistema corrupto hasta el tuétano como el nuestro, no sorprende que semejante personaje esté salpicado, o más bien anegado por la corrupción. El sistema no permite a nadie progresar dentro de él sin pagar el precio de la honradez y la decencia.
El ninguno del resto de partidos políticos del parlamento regional es tampoco ajeno a las tramas corruptas, pues en sus partidos también se paga al sistema la misma cuota.
La Falange en Murcia recuerda a los murcianos que no es un político, o un partido determinado, sino que es todo el sistema democrático el que está corrompido. En un país en el que se descubren 3 casos de corrupción al día, y sólo se encarcela al 0,7% de los corruptos, como demuestran los datos del Poder Judicial, y relata un excelente artículo publicado por el sindicato TNS, no se arreglan las cosas cambiando a un político profesional por otro, ni a un partido del sistema por otro. Es necesario cambiar toda la escala de valores de la sociedad y el mismo sistema político que genera esta lacra de la corrupción.
La Falange, Murcia a 4 de abril de 2017
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