El pasado domingo La Falange de Blanca organizó el homenaje
a Antonio Molina Massa, falangista y divisionario. Una persona íntegra y siempre fiel a sus
principios hasta la hora de su muerte. Testigo de excepción es su hijo José Luis, el cual nos narró, entre
tremenda emoción, la historia de su padre y pronto comprendimos la “madera” de
la que estaban hechos aquellos falangistas valerosos, sin miedo a nada ni a
nadie, dispuestos a luchar y morir por Dios y por España.
El solemne acto consistió en la marcha a pie de los
militantes y simpatizantes, llegados desde distintas partes de la Región, hasta
el lugar donde reposan los restos de Antonio Molina. Nuestro Jefe Local de
Blanca, Javier Martínez, dijo unas sentidas palabras y animó a los allí presentes a trabajar y a luchar por la España que ansiamos; a continuación la Jefe Local de Molina
de Segura, Josefa Palazón depositó 5 rosas en su honor, y el Jefe Territorial leyó la oración
a los Caídos y cerró el acto con el canto del Cara al Sol y los gritos de
rigor.
Los falangistas tenemos claro que nuestro sitio es en la calle, con las personas, haciendo municipalismo, preocupándonos de dar solución a sus problemas, educando en valores y ofreciendo una respuesta nacional-sindicalista firme, humana, honrada y creíble. Lo sabemos, como sabemos además, que es nuestro deber y obligación honrar y homenajear a nuestros Caídos, desde José Antonio Primo de Rivera, hasta el último falangista, para que no caigan en el olvido o peor aún, en esa ínfame memoria histórica que hoy pretende arrinconarlos y rematarlos si fuera preciso.
Nosotros no lo permitiremos.
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