En estos días se perpetró otro atropello al Patrimonio Histórico de la Región ante la mirada pasiva del Alcalde Ballesta brazos en cruz en la Carcel vieja mientras eran sus muros de piedra derribados sin piedad.
Sigue Murcia, capital, sin apostar ni aportar sino más bien al contrario por terminar con todo vestigio de historia. Hace muchas décadas ya ocurría en la Gran Vía y cercanías con los conventos y monumentos que se llevaron por delante en nombre del progreso.
Ha pasado el tiempo y nada ha cambiado. Pasa con las ruinas frente al Corte Inglés, pasa con la muralla, pasa con iglesias y castillos que sin ayuda y aportación económica alguna para su sostenimiento se ven abocados a la ruina y pasa con muchos edificios públicos, lugares arqueológicos enterrados a sabiendas para silenciarlos en pro de la construcción y edificación y no poner en valor y alza nada de historia latente de Murcia.
Luego nos dicen, bueno pues que se quede ahí la carcel vieja muriéndose de asco. No. Se trata de respetar su historia, sus muros de conexión cuadrada con sus minaretes y si quereis poner un auditorio, un bar o una sala de congresos, se puede hacer, pero respetando las formas de ese lugar emblemático.
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