No sé que habremos hecho mal para que nuestros jóvenes al escoger el icono de su vida, la figura que ha de servir como ejemplo y camino, se hayan ido fuera de nuestras fronteras, cruzando "el charco" y abrazado al Ché, cuando en nuestra Patria tenemos grandes ejemplos que todavía no han sido lo suficientemente valorados ni siquiera entre los propios falangistas. Sé que con este artículo voy a levantar ampollas, no lo siento, de verdad que no, porque mi norte, mi guía es Cristo como Dios y hombre, y también José Antonio, Ramiro, Onésimo, Julio...
Sí
camaradas y amigos, como no tengo complejo de "progre", izquierdista,
derechista, republicanoide o anarquista perro flauta me siento libre de exponer
la historia del Ché tal como fue:
El
Ché fue un hombre desprovisto de toda preocupación metafísica, enemigo de toda
creencia religiosa. Materialista, ateo, despreció lo que Nietzsche denunciaba
como "la debilidad del cristianismo"; la dureza, el odio al otro, el
maniqueísmo y la demagogia revolucionaria son otros tantos rasgos que el Ché
comparte con Robespierre, Lenin, Stalin o Mao.
Hace temblar su capacidad para flagelar a los demás, la certeza de tener siempre razón, el odio social abstracto, la fría crueldad política. Sus amigos lo son en cuanto no discrepan con él políticamente. Para él como para Lenin y Stalin la lucha política legitima todos los medios: la mentira, la manipulación, el cinismo, la violencia extrema, los insultos, las injurias, la difamación, las subvenciones al enemigo de la Patria, los robos y las ejecuciones sumarias. El Ché no ama al hombre como es, si no como la revolución lo hubiera hecho. Es un ángel exterminador: la bala en la nuca que dispara sobre Eutemio Guerra o el campo de concentración que organiza en Guanahacabides, es justificado por la utopía.
No
quiero seguir exponiendo los horrores que aún quedan.
Difícilmente
podríamos ver a José Antonio en posiciones como estas del Ché, José Antonio era
un católico convencido(no un meapilas), cuya metafísica se centraba en la
persona, realizó una síntesis de amor a la Patria y lucha por la justicia
social para todos, síntesis revolucionaria, que nos lleva al encuentro con
nosotros, con los otros, con España, ¡TODA ESPAÑA!, para construirnos y
construir desde el amor, la verdad y la justicia.
¡JÓVENES
ESPAÑOLES, AHÍ TENÉIS AL HOMBRE QUE MERECE SER NUESTRO NORTE Y GUÍA!
Termino
con una estrofa de Jean-Pax Méfret "Le chanteur de l'occident",
cantautor galo que en 1974 homenajeaba al Ausente:
Puisque
que l'un de vous chante Ché Guevara
Moi
je chante Primo de Rivera
Je
viens chanter la vie de José Antonio
Lui
c'est pour l'occident
Qu'il
etait guerrillero
(Dado
que vosotros cantáis a Ché Guevara, yo canto a Primo de Rivera, canto la vida
de José Antonio, él es para occidente lo que el guerrillero)
¡ARRIBA
ESPAÑA!
Miguel
Rosique García
Español,
católico y falangista
No hay comentarios:
Publicar un comentario