Traemos a nuestro blog un artículo escrito por nuestro amigo y camarada Gaspar González, que escribe periodicamente en Alerta Digital, muy clarificador en cuanto a la traición y al estado catalán en el conjunto de España se refiere.
Esperemos que sea de su agrado.
Nada más legendario que la traición, sobre todo desde 1975 hasta la
fecha. Y, en esta ocasión, me refiero al viejo oficio de traidor en
España. Menos mal que las oficinas de Empleo mantienen la Estadística de
este grueso colectivo, ahorrándose unos euros las arcas del Estado, los
que han de engordar después los bolsillos de ladrones y algunos
traidores crónicos de esta bendita España. Cuando escribo que lo de la
“Igualdad” es más mentira que un día de intensa felicidad. Si todos
fuésemos iguales… ¿seríamos todos ricos, pobres, ladrones, traidores?
¡No! Eso no es posible. Por eso, prefiero sentirme desigual, honesto y
sencillo colmado de fe y esperanza, con un sueño por cumplir, pero nunca
traidor a mi consigna. Prefiero ser traicionado a traidor. Y,
lamentablemente en nuestra España hay muchísimos “parásitos” que anidan
en la política sin huevos ni amor propio patrio que se bajan los
pantalones ante sus adversarios.
Cuántas veces, y quién no, cuando de niños nos preguntaban los
límites de España contestábamos: “España limita al Norte con el Mar
Cantábrico y los Pirineos; al Este con el Mar Mediterráneo; al Sur con
el Estrecho de Gibraltar y, al Oeste con el Océano Atlántico y
Portugal”. Qué bonita respuesta entonces. Todo tenía su nombre propio.
Ahora, ya no sabemos dónde limitamos, ni lo que nos queda de aquella
hermosa España, que desestructurada, maniatada y traicionada desde la
muerte de Francisco Franco con el juramento de fidelidad al Movimiento
Nacional y a España por don Juan Carlos de Borbón y, después por Adolfo
Suárez, al que le complicaron la vida todas las facciones políticas
nuevas incluida la del “señor de Paracuellos del Jarama”, todos a
carrera desenfrenada por el Poder del Estado. Hasta Don Juan Carlos
colgó su juramento a cambio de una vida mejor que le hiciera
multimillonario. Y, desde entoces, todo empezó a cambiar llegando a los
límites de la paciencia de los españoles de bien.
No hay que ser drástico ni ciego para no ver la que se nos echa
encima con Cataluña. Recuerdo cuando Tarradellas, Jorge Pujol, Maragall y
Montilla, cacareaban a la independencia de las Provincias catalanas.
Pero, no fueron tan mal educados e insultantes como Arturo Mas. Este
“caballero” ha llegao a insultar a las Fuerzas Armadas de España,
insultando a los españoles, demente y derrochador. Hasta lo llamaría
“Arturo el de los persevativos”. Este “señor” es una “pasada”, de
verdad.
El pueblo catalán no se merece el descrédito y el deshonor en que han
caído con el Gobierno de Mas, tripartitos y payasos de circo, corruptos
y mentirosos, chantagistas, terroristas y, para colmo “pro-etarras”.
Pero, si llegan más allá en sus provocaciones independentistas y se sale
el agua del vaso… ¿qué pasará? ¿Guardará silencio como hasta aquí Su
Majestad el Jefe de Estado?. ¿Y, las Fuerzas Armadas?. ¿Seguirá el
Presidente del Gobierno favoreciéndolo con más miles de millones de
euros de los pobres de España para callarlo, o seguirá con sus
“blanduras” y debilidades o, pondrá sus agallas sobre la mesa y decir
¡basta ya!? ¿O callaremos todos como chicos bien educados?.¡Qué
verguenza! Si los Reyes Católicos, Miguel Primo de Rivera, su hijo José
Antonio Primo de Rivera o Francisco Franco movieran una sola mano… o,
Rodrigo Díaz de Vivar la espada. ¡Viva Cataluña! ¡Arriba España!
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